jueves, 7 de junio de 2012



 Aprender a ser feliz


No sé cómo ni dónde ni por qué, pero un día aprendí a aprender y, ¿qué aprendí? algo muy importante para mí. Aprendí a ser feliz. Es algo que no se aprende en un día ni en meses ni en años. Incluso hay personas que nunca logran encontrar la fórmula de su felicidad. Yo no he encontrado la fórmula de la felicidad ni la he buscado, tan siquiera me he interesado por ser feliz. Simplemente, un día, el amor llamó a mi puerta y descubrí lo que había tras las fronteras de su piel. Desde ese día, vuelo junto a él y vivo cada día con intensidad logrando mi felicidad. Porque no necesito más para ser feliz que su presencia.