viernes, 14 de junio de 2013

Segundas oportunidades

Igual que el que dice nunca lo haré. Cuando se trata de segundas oportunidad debemos  basar toda nuestra confianza en la otra persona, en esperar que un día se dará cuenta de lo que te hace falta para ser feliz, sus detalles.
Es cuestión de tiempo, de que se de cuenta o de que uno mismo se canse de esperar algo que nunca llegará. Sin embargo, es difícil escoger un camino, porque todo lo recorrido pesa aunque no más que el porvenir. Así que hay ocasiones que vale la pena situarse en un segundo plano y esperar el devenir de los acontecimientos.

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