Fructuosa despedida

Una vez oí al viento soplar que no existia papel ni pluma que pudiesen expresar el dolor que se siente por la pérdida de la persona amada.

Te llevo en mi pensamiento, todo cuanto veo me recuerda a tu aroma, tu ternura y todo tú era lo que me hacía vivir en un sueño.Pero cierro los ojos y tú no estas. Tal vez fue fantasia, pero es cierto que hoy, mis sentimientos son cada vez más fuertes, más profundos. Tu ausencia sólo ha hecho más que aumentar mi delirio por ti.

Fuiste el primero que me hizo sentir que el amor era algo más que una palabra escrita en el firmamento.El primero en regalarme tus besos con sabor a dulce miel, con esa mirada reflejando el azul del cielo en tus ojos ardientes de deseo que vi aquella tarde de abril en que la mágia llenó nuestras vidas.Sentí que volví a nacer estando contigo pero ahora tu ausencia es la causante de mi soledad. Aun espero el día de tu llegada frente a mi ventana. Mientras tanto el tiempo pasa, lento pero incesante y yo sigo desolada reeviviendo momentos felices del pasado pero que ahora duelen.

Desde el dia que te perdí mi luz se ha convertido en sombra. El anhelo de tenerte aumenta a cada hora y desdichado mi corazón queda.

Tu voz se pierde con el eco de mi vida y no puedo imaginar un mundo en el que tu faltes.

Mi soledad inestable busca tu compañia, pero tu encambio lo único que quieres son alas con las que volarias hacia el cielo que un día fue de los dos. Ahora sólo pienso: ¡ que fugaz fue nuestro amor y que largo mi olvido!

Debo decirte adios, aunque nose pronunciar ni un hasta luego, pero sé que lo haré más nose cuando.

Sabía que el amor podía ser cruel pero desconocia que me llegaria a quemar hasta la piel .

En este punto sin retorno tengo miedo de que nunca pueda conocer a la persona que un día dejaste ver tímidamente entre los rayos de sol que cubrian aquel atardecer.

Se que es el momento de despedirme de ti. Se que sobre mi rostro volverán a caer más lágrimas pero creo que serán menos de lo que podria haber llorado si tengo esperanza

de tu regreso, porque lo que desgarra mi alma no es más que la ilusión de creer que un día volveras y cambiaras.

Hoy pienso que nunca cambiaras, sufro al pensarlo, pero así es como me enamoré de ti.

Así como un día el destino decidió unirnos, ahora lo mejor es que nuestras vidas tomen caminos diferentes.

Atentamente:

La mujer que un dia pudo hacerte sonreir.